Armand PEUGEOT
«No temas a nada. Tan solo cree».
Retrocedemos a 1882. Todo comenzó con un hombre y una ilusión: revolucionar el transporte. Primero las bicicletas y, después, los automóviles. La pasión de Armand PEUGEOT por todo lo que tenía ruedas y su ávida curiosidad por hacer las cosas de manera diferente son el motor que ha impulsado siempre a PEUGEOT.